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Apuntes del Profesor Luis Carrasco-Garrido

incendios

Estas fiestas patrias con cuidado especial y con cuidados COVID-19

Ing. Luis Carrasco Garrido
Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM
Experto en Gestión del Riesgo y Educación luis.carrasco@utem.cl @carrascoluis

En “fiestas Patrias” la gente generalmente come sin control o mezcla alimentos incompatibles con lo que se ocasiona problemas estomacales o gastrointestinales. Al consumir alimentos con perdida en su cadena frío, muchas veces en descomposición, nos lleva a cuadros agudos de intoxicación.
Conversar, beber y comer trozos muy grandes de carne o pan,  no masticar, tragar, puede ocasionar atragantamiento, una  obstrucción produciendo una gran desesperación, provocando asfixia, para lo cual se debe recurrir a una persona que domine la maniobra de Heimlich como solución práctica, incluso recurrir a una acción oportuna de traslado a la asistencia pública para una atención especializada.


El beber en exceso provoca en el consumidor acciones poco precisas y torpes, que llevan a caídas del mismo nivel, de  diferente nivel, manejo temerario del fuego, de cuchillos, martillos, serruchos, herramientas en general, cierre de puertas de forma violenta, caminar descuidadamente por la calle, etc. Conducir luego de beber alcohol, hace que el conductor además de arriesgado, tenga reacciones lentas, lo que puede provocar choques, atropellos, accidentes. Dormir ebrio (en niveles extremos, en estado incluso de inconsciencia) puede significar ahogarse con su propio vómito o tener cero reacciones frente a un incendio, terremoto, o una emergencia donde se requiere de su participación.
El informe recientemente elaborado por Conaset, indica adicionalmente que entre 2016 y 2020, 3.141 jóvenes participaron en siniestros de tránsito en estas fechas, de los cuales 34 fallecieron, lo que representa al 23,4% del total de víctimas fatales en dicho periodo. Además, 1.364 resultaron con lesiones de diversa consideración (35,6%), estableciendo que estas fiestas de 18 de septiembre y vacaciones producto del feriado son de riesgo y exigen un espacial cuidado también en los jóvenes.
Cortar la carne, no es juego. Se requieren cuchillos adecuados, colocación de las manos en posición defensiva, para corte de riesgo, o simplemente el uso de un guante de seguridad fabricado de malla metálica. Para evitarse ese problema es preferible pedirle al  carnicero el corte deseado.
El hacer fuego en una parrilla es un arte, pero el uso de “acelerantes” para mejorar la llama, como gasolina, aceite, querosene, cera, petróleo, pueden provocar un flamazo, que puede quemar al parrillero, su entorno, la ropa, el cortinaje, incluso todo el combustible que rodee la parrilla (papel, carbón, bidón de acelerante) y transformar la fiesta en un incendio. Así mismo el uso del secador de pelo o ventilador crea un lanza llama inesperado, por aumento del oxígeno en la combustión; el contacto del fuego con la ropa sintética de los observadores que muchas veces son niños, también puede ser un episodio de emergencia.
Conexiones eléctricas artesanales, para alumbrar patios o extensiones, fuera de la construcción oficial, conexiones con cables “vivos” (sin protección y con energía), pueden provocar una electrocución; recalentamiento de línea, por un alto consumo, puede provocar un incendio, el uso de focos potentes de iluminación en contacto con guirnaldas y cortinajes también pueden producir incendios.
El COVID-19 presente en estas fiestas nos exige redoblar cuidados con la distancia física, a los menos dos metros de distancia entre invitado e invitado si está sin mascarilla, con especial cuidado con la gente de tercera edad o que tengan preexistencias. Uso mascarillas si no está comiendo o bebiendo, prepare una mesa con distancia física, conserve su vaso, sus utensilios, no mezcle elementos, cada cual con su servicio, plato, vaso. Las ensaladas en el plato nadie sacando ensalada y carne con el servicio que ha llevado a su boca. Cada dos horas un lavado de manos, no lleve sus manos a la cara, cuidado con los estornudos, con los cantantes improvisados, o las conversaciones sin guardar las medidas de seguridad, limpie baños después de cada uso,  “recuerde a mayor exposición mayor riesgo de contagio”, privilegie espacios abiertos. Estas fiestas patrias con cuidado especial y con cuidados COVID-19 de seguro serán mejores.

Nota: fotos referenciales.

Este articulo ha sido publicado parcialmente o de forma total por https://opinion.cooperativa.cl/opinion/salud/fiestas-patrias-con-cuidado-especial-y-precaucion-del-covid-19/2021-09-10/102744.html
 

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Los Héroes también pueden morir en un incendio

Ing. Luis Carrasco Garrido
Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM
Experto en Gestión del Riesgo y Educación luis.carrasco@utem.cl @carrascoluis

En un reciente incendio en el sur del país,  mientras el fuego avanzaba vertiginosamente por el inmueble, se escuchaban los gritos a viva voz preguntando si había  personas al interior.

Vecinos confirmaron la presencia de un adulto mayor, ante lo cual las personas rompieron los vidrios utilizando elementos que había en el lugar, para acto seguido, ingresar al inmueble envuelto en llamas, logrando encontrar al adulto mayor, siendo rescatado con vida y sacado al exterior en forma inmediata y entregado al Samu que en ese instante arribaba al lugar.

Sin lugar a dudas un acto loable, pero también de mucho riesgo; pues este tipo de acciones si bien son destacables requieren de conocimientos básicos de cómo se mueve el fuego y cuáles son sus particularidades.

Una de las principales características que hay que tener en cuenta en un incendio es que el fuego fuera de control se mueve y avanza de forma geométrica y violenta, eso significa que un incendio a llama viva en pocos minutos puede tener un avance insospechado con un aumento de la temperatura igualmente violento. Una persona no entrenada y sin elementos de protección adecuada prácticamente a los 60 o 65 grados Celsius podría estar irremediablemente muerta, simplemente porque recibirá quemaduras en todo su cuerpo, su ropa se quemara y entrará en llamas, y finalmente no podrá respirar aire caliente por cuanto esto desbaratara sus pulmones.

Las películas en general no aportan al entendimiento y conocer cómo se desarrolla el fuego. Cuando un incendio se lleva al cine los actores siempre triunfan, cruzan entre llamas que no son iguales a las de un incendio real. Lo más probable es que en un incendio su visibilidad sea cero, le lloren los ojos y no pare de toser, su sentido de orientación y forma de reconocer, no será por el sentido de la vista sino por el tacto.

Recordemos  que todas las personas  necesitamos  oxígeno para vivir, para pensar y para movernos y en un incendio,  es posible que el oxígeno baje a tal punto,  que sufra una asfixia y si en el ambiente hay monóxido de carbono usted pueda intoxicarse, lo que no le permitirá actuar con normalidad a tal punto que no podrá pensar ni moverse, quedará bloqueado.

Finalmente, no está de más decir que a rescatar se aprende y se ensaya, no es factor del azar, así que aun cuando sea un acto heroico producto de las circunstancias, esta decisión debe considerar la seguridad del rescatador, del rescatado y su entorno, de otra forma quien salva pasa a ser un “temerario”  que puede ser parte de un problema mayor, lo que indica que un héroe también puede morir en un incendio.

Nota: La foto utilizada es solo referencial  / Este artículo fue publicado de forma parcial o total en Diario papel y digital El Heraldo Austral https://www.eha.cl/noticia/opinion/opinion-los-heroes-tambien-pueden-morir-en-un-incendio-11545  biobiochile diario digital https://www.biobiochile.cl/noticias/opinion/tu-voz/2021/07/26/los-heroes-tambien-pueden-morir-en-un-incendio.shtml

 

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Los incendios en Edificios de altura: Andraus, Joelma y Santa María marcaron el comienzo de las tragedias de la modernidad en América en prácticamente 10 años, los relatos son muy similares en cuanto a los problemas, las limitaciones y el impacto que produjeron.

Edificio Andraus

El incendio el edificio Andraus de 29 pisos, en la ciudad de São Paulo, se produjo el 24 de febrero de 1972, a las 4 de la tarde y duró más de siete horas.  El incendio se inició por un sobre consumo eléctrico generándose llamas en los carteles propagandísticos de Casas Pirani, en dos horas se apoderó de todo el edificio. Los bomberos no poseían suficientes equipos de aire, solo tenían toallas las que mojaban para entrar a combatir el fuego. La escala Magirus de los Bomberos no llegaba a los pisos más altos, casi 500 personas subieron al techo del edificio y fueron rescatadas en helicópteros. Dieciséis personas murieron carbonizadas o se arrojaron por las ventanas, otras 320 resultaron heridas. 

Edificio Joelma

La mañana del viernes 01 de febrero de 1974, el Edificio Joelma, estructura de 25 pisos (los 10 primeros eran estacionamientos y los restantes 15 de oficinas), ubicado en São Paulo;  a las 8:50 horas de la mañana se produjo el incendio. El fuego se extendió rápidamente producto de las alfombras, el forrado interior de plástico y las cortinas de madera. El edificio no contaba con luces de emergencia, ni alarma contra incendios, sistemas de rociadores contra incendios y lo fundamental: salidas de emergencia independientes. El fuego violento se propagó  hasta el piso 15 a través de las escaleras, las que fueron invadidas de humo, gases tóxicos y temperatura, lo que hacía imposible su uso. Mucha gente subió a la azotea, se estima unas 170 personas, pero la plataforma no era adecuada para el rescate aéreo; 188 personas murieron y 345 resultaron heridas.

Cerca de las 10:00 hrs, del sábado 21 de marzo de 1981, en el lado sur del duodécimo piso de la entonces más alta torre de Santiago de Chile, de 110 metros de altura, se declaró un incendio sin precedentes, originado por la inflamación del pegamento utilizado para instalar unas alfombras producto de una chispa provocada por un cigarrillo mal apagado. El incendio dejó un total de 11 muertos, entre ellos el voluntario de la 13ª Compañía de Bomberos de Santiago, Don Eduardo Rivas Melo.

Edificio Santa María

Hasta ese momento en Chile la protección de incendios consideraba la protección pasiva, vale decir un diseño seguro estanco y la resistencia de los materiales al fuego; aun cuando el edificio era moderno para su época y consideraba elementos de protección activa (que después se reforzarían en la legislación nacional), como son la red seca, red húmeda, detectores, alarmas, zona vertical de seguridad presurizada (permite una evacuación segura, sin humo, ni fuego); pero todo esto fue inútil por cuanto no había experiencia en el tema, y la mayoría de los elementos se encontraban en mantención y las labores de puesta a punto. Al igual que los incendios anteriores la protección personal de bomberos era precaria (la que correspondía a esos tiempos), los carros telescópicos no eran acordes a las alturas que se imponían en la construcción moderna, la legislación preventiva y de control del fuego era débil para las construcciones que se desarrollaban.

No obstante, el avance en todos los ámbitos en la actualidad, los incendios en altura, siguen siendo un tema complejo por el tipo de construcción, por el diseño, por la fiscalización, por los usuarios y su conocimiento en el tema, de tal forma que sigue siendo un desafío vigente hoy, igual que ayer.

Ing. Luis Carrasco Garrido
Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM
Experto en Gestión del Riesgo y Educación
luis.carrasco@utem.cl
@carrascoluis

Este articulo fue publicado de forma total o parcial en la prensa escrita:  Pinguino de Punta Arenas https://elpinguino.com/digital/edicion/15-04-2021-08.html http://portal.nexnews.cl/showN?valor=g5t5m   / La Prensa El Diario de la Región del Maule    ​​​​​​​  http:// https://issuu.com/laprensacurico/docs/9_e264c18ac8a3ce / http://portal.nexnews.cl/showN?valor=g3nld / Diario Digital La Tercera   http:// https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/40-anos-del-incendio-de-la-torre-santa-maria-el-hito-que-marco-a-toda-una-generacion/BCYSBP74CNDHVB2NNPOEVYIXA4/ 

 

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La formación de profesionales de la emergencia responde al“Marco de Sendai en temas de Gestión del Riesgo”[i]. Para tal efecto se crean escenarios que ponen en juego múltiples variables de emergencia, con carácter de catástrofe, que después confluyen en una gran mega emergencia, Ejemplo: Un terremoto, con corte de servicios básicos (agua, luz, gas, comunicaciones, etc.),  a eso se agrega un incendio complejo. Este tipo de escenario pone a prueba a los actores en: conocimiento, competencias, aplicación, gestión, planificación, creación de soluciones, trabajo en equipo, y otras virtudes que debe poseer para el trabajo bajo presión y con múltiples variables catastróficas en escenarios de crisis.

Cuando hablamos de variables catastróficas, nos estamos refiriendo a acontecimientos que, en un contexto de vulnerabilidad, puede actuar como desencadenante de un evento mayor. (Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional, 2020).Todo eso que alguna vez habíamos creado de forma ficticia, lo vimos en vivo y en directo,el sábado 30 de enero de 2021, en un escenario de emergencia sanitaria debido al Covid-19,donde se agregó el desarrollo de un incendio estructural de una complejidad sin precedentes. Se quemaba  el Hospital San Borja-Arriarán.

Que vimos, una puesta en escena perfecta, un ejercicio de alta complejidad, un amplio dispositivo de Policía, Ejército, Bomberos y Personal de Salud;se estableció un puesto de comando, donde se dirigieron las acciones para llegar a los pisos superiores del hospital donde se desarrollaba el incendio en un espacio de afección de 10.000 m², en el intertanto se evacuaban a los pacientes desde el interior hacia un estacionamiento o una zona segura a la intemperie fuera del hospital, con las medidas sanitarias adecuadas debido a la pandemia del corona-virus, para coordinar su posterior desplazamiento a otras clínicas y hospitales según la complejidad del paciente.

El cuadro era totalmente complejo: los pacientes con corona-virus fueron sacados del ventilador mecánico, desconectando las bombas de infusión y monitores, luego pasados a una camilla especial con monitor y ventilación portátil, para luego ser trasladados en ambulancias más complejas.

El evento fue transmitido en vivo para todo el mundo y cubierto por la prensa internacional, si bien teníamos un incendio complejo, esto coincidía con un momento de rebrote de la pandemia de COVID-19 en Chile, donde gran parte del sistema sanitario estaba trabajando a su máxima capacidad, y el Hospital San Borja era parte de este sistema.

Bomberos de Santiago determinó inicialmente que los Voluntarios junto a personal de salud del centro asistencial iniciarán la evacuación de los 350 pacientes del hospital; de forma transitoria, los evacuados fueron ubicados en unos toldos de las Compañías presentes en la emergencia y también en un hospital de campaña que hizo llegar la Municipalidad de Pudahuel, en cuyo despliegue colaboraban muchas personas pertenecientes a múltiples instituciones. En un colegio cercano personal de salud entregaba información de los pacientes y contención a los familiares.

En la evaluación final no contar con pérdida de vidas, no tener heridos, haber salvado los pacientes graves, haber coordinado a muchas instituciones de diferente naturaleza para lograr los objetivos propuestos, haber controlado un incendio complejo con mucha carga combustible, incendio que se presentaba con un avance violento, con problemas de accesibilidad y con posibilidad de propagación a otras estructuras hospitalarias. Se transforma en un ejercicio de estudio, de laboratorio necesario para la formación de los profesionales que trabajan o se enfrentan a emergencias.

En resumen,una emergencia que muestra un desarrollo favorable por los resultados, por la administración y la gestión en el  incidente, donde destaca el trabajo de bomberos, del personal de salud y todas las instituciones que participaron de este evento que pudo haber sido catastrófico.

Esta emergencia, hoy puede ser utilizada como ejemplo de:“cómo se debe articular una respuesta adecuada de control de una emergencia con múltiples variables catastróficas”,donde las variables, no confluyeron en una emergencia mayor, debido al manejo adecuado de la misma; que sin lugar a dudas, si no hubiese sido así, habría desarticulado o impactado fuertemente nuestra estructura sanitaria, de seguridad y de orden social.

Este es un buen ejemplo que debemos destacar y presentar como “un caso de estudio para la formación de nuestros nuevos ingenieros y todo aquel personal que trabaja en el tema de gestión del riesgo o debe enfrentar escenarios de crisis”.

Ing. Luis Carrasco Garrido Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM Experto en Gestión del Riesgo y Educación luis.carrasco@utem.cl @carrascoluis

Nota: Este articulo ha sido publicado totalmente o parcialmente en:


[i]El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 (Marco de Sendai) fue el primer acuerdo principal de la agenda de desarrollo posterior a 2015 y ofrece a los Estados miembros una serie de acciones concretas que se pueden tomar para proteger los beneficios del desarrollo contra el riesgo de desastres.

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Más casas, más deforestación significa exacerbar el momento que estamos viviendo, aumentan las posibilidades de que la vegetación se seque, aumenta el riesgo de incendio. Mayor cantidad de asentamientos habitacionales y una mayor cantidad proyectos inmobiliarios que no consideran la variable de riesgo de incendio, establece un escenario catastrófico.

La posibilidad de generar un incendio forestal en temporada baja o alta con resultados destructivos, indica que el cambio climático facilita el riesgo de incendios, y las posibilidades de que el fuego sea inmanejable son reales; hoy los incendios son más intensos y requieren de una respuesta más rápida, oportuna y una cantidad de recursos nunca antes visto.

Sabemos que nuestra realidad es “un rompe cabezas” donde confluyen muchos elementos: cambio climático, leyes que regulen el uso del combustible (basurales, pastos, especies arbóreas, etc.), ordenamiento territorial donde las variables de riesgo estén presente,  comportamiento humano (cambio de cultura frente al manejo de fuego, quema de basura, quemas controladas, manejo de actividades con fuego, temperatura o chispas, y otras.), comportamiento preventivo (la limpieza, el orden, las acciones que hacen posible el control del fuego ex ante). Esta adaptación requiere de un trabajo profundo y decidido, no podemos continuar con medidas cosméticas y con medidas reactivas que son visibles, pero son, ex post facto (después del hecho).

En Chile el 99,9 % de los incendios, son incendios provocados por el hombre, de tal manera que el origen del fuego va desde aquellas acciones normales o usuales de uso y manejo del fuego que históricamente se han realizado, y que hoy podrían provocar un gran incendio: fogatas, quemas de basura, soldaduras, usos de esmeril, y otras, que caen en el accionar descuidado, por no tomar todas las medidas preventivas para evitar el incendio, hasta llegar a aquellas que poseen una intencionalidad culposa por variadas razones.

En ese panorama cualquier manejo o uso del fuego es riesgo y tiene posibilidades concretas para iniciar un incendio con insospechados alcances.

El bosque por si solo es origen de ignición, es lugar propicio para el fuego; el gran aumento de combustible producto de episodios de lluvia, pone un escenario propicio para los incendios, la construcción de casas y otros edificios en espacios de interfaz donde se une el bosque con la ciudad hace factible cualquier combinación de desarrollo y propagación del fuego: “que comienza en las casas y termina en el bosque o comienza en el bosque y termina en las casas”.

Los incendios cerca de la llamada interfaz urbano-forestal, así como los desastres en bosques más alejados, el cambio climático ha sido el responsable de aumentar los riesgos de forma significativa.

Si a eso, agregamos la indiferencia que muestra la población, a temas tan críticos como son el cambio climático y los incendios forestales, y a pesar de ello, continúa con el uso y manejo del fuego indiscriminado, sin ninguna medida de prevención y seguridad.

El resultado puede ser totalmente catastrófico; la respuesta:- nunca pensé que sucedería o no lo quise hacer, o nunca me había sucedido antes- no son respuestas contundentes, ni responsables, para gente que se le ha advertido de muchas formas que no es momento de manipular el fuego, pudiendo evitarlo.

Este articulo ha sido publicado totalmente o parcialmente en: https://www.soychile.cl/Valparaiso/Sociedad/2021/01/24/690867/Especialista-en-emergencias-sobre-incendios-forestales-El-999-son-provocados-por-seres-humanos.aspx

La Estrella de Quillota 22.01.21

Ing. Luis Carrasco Garrido Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM Experto en Gestión del Riesgo y Educación luis.carrasco@utem.cl @carrascoluis

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Autor: Iván Urbina

Conozca qué son los Elementos de Protección Personal y por qué son obligatorios en las obras y en trabajos de construcción independientes. Además, sepa cuáles son los planes de escape en faenas.

Según cifras de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), desde el año 2009 hasta la fecha ha disminuido la tasa de accidentes laborales en Chile dentro del mundo de la construcción en un 41%. Y cómo no, si cada vez se han ido perfeccionando las técnicas de seguridad dentro de las faenas y se ha ido masificando el uso de los Elementos de Protección Personal (EPP), los cuales son cada vez mejor fabricados para evitar accidentes.

“Los Elementos de Protección Personal (EPP) tienen como función principal proteger diferentes partes del cuerpo, para evitar que un trabajador tenga contacto directo con factores de riesgo que le pueden ocasionar una lesión o enfermedad. Los EPP corresponden a cualquier equipo, aparato o dispositivo especialmente diseñado y fabricado para resguardar el cuerpo de cualquier daño provocado por accidentes del trabajo o enfermedades profesionales”, explica el ingeniero Luis Carrasco, académico de Prevención de Riesgos y Medioambiente de UTEM.

A pesar de que los EPP no reducen como tal el riesgo dentro de las obras, sí pueden aminorar accidentes y hasta salvar vidas gracias a ello. “Lo que hace el EPP es evitar o aminorar el impacto de un hecho no deseado, de un accidente. Su importancia está dada en la protección que este elemento da, una vez desembocado el accidente, lo que obviamente indica que el EPP siempre debe ser certificado, de óptima confección y mejor mantención”, complementa el experto. Por eso, es obligatorio su uso dentro de las obras.

Entre los elementos que sí o sí deben ocuparse están el zapato de seguridad de caña alta, resistente y antideslizante; casco de protección, anti impactos y con amortiguación; lentes de protección visual; protectores auditivos; mascarilla de protección respiratoria, y arnés de seguridad anclado a una cuerda de vida si es que las labores se realizan a una altura de 1,8 metros como mínimo.

Escape en obras

Vivimos en un país sísmico, y en promedio, cada 10 años hay un terremoto de grandes magnitudes. Por ello es que la ley exige un protocolo exclusivo de evacuación que asegure al trabajador un desplazamiento a una zona de seguridad libre de riesgos ante movimientos telúricos, incendios u otra emergencia. Este plan debe estar informado a todos los trabajadores en un documento de fácil acceso y entendimiento.

“Uno de los principales temas es tener una alarma adecuada. Cuando la emergencia es del tipo parcial, es decir, no todos saben de la emergencia, lo mejor es tener una alarma auditiva y visual (para aquellos que usan protección auditiva). La idea de esto es avisar a todo el personal de la construcción sobre la emergencia”, asegura Carrasco.

El experto en gestión del riesgo y educación agrega que “se deben tener siempre líderes de evacuación, brigadas de emergencia y un procedimiento que indique el control, el rescate y la evacuación que involucra necesariamente a todos los trabajadores de la construcción”.

“No debemos olvidar que toda emergencia natural o antrópica, como terremotos, tsunamis, aluviones, caídas de muros, incendios, caídas de un andamio, entre otras, requieren ayuda del ABC: Ambulancias, Bomberos y Carabineros”, finaliza el ingeniero.

Publicado en: lacuarta.com https://www.lacuarta.com/l4-constructor/noticia/uso-implementos-seguridad-puede-salvar-vidas/584807/ y La Cuarta https://noticias.utem.cl/wp-content/uploads/2021/01/Luis_Carrasco-LUN-04-12-scaled.jpg

 

 

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En el año 2000; si, hace veinte años, los fuegos artificiales eran comercializados sin límite a personas naturales y también a niños, lo que finalmente nos puso la lista de los países sin regulación en la materia en América, “con cifras impresentables de niños quemados a causa de fuegos de artificio”.

Esta batalla que se dio desde diferentes instituciones Bomberos, Coaniquem, por nombrar algunas, tenían claro, que: “los fuegos artificiales son ingobernables” y de ahí, gran parte del riesgo y peligro que podían ocasionar, un artefacto peligroso que se lanza y no sabemos dónde puede caer.

La estadística demostraba que quemaban al operador y a aquellos que sin tener “arte ni parte” miraban la operación, porque también podían ser impactados por “la bengala” o un artefacto similar, también se ocasionaban incendios en casas y pastizales aledaños.

En mayo de 2000, se logró la promulgación de la Ley 19.680 del ministerio de Defensa Nacional, que prohíbe el uso de fuegos artificiales, la venta al público de ellos y regula la realización de espectáculos pirotécnicos masivos.

Esto permitió que la estadística de quemados por esa razón, bajara visiblemente, así como bajaron los incendios a consecuencia de los mismos fuegos de artificio.

Los espectáculos pirotécnicos realizados por profesionales también aumentaron sus exigencias, pero siguiendo la misma máxima que “los fuegos artificiales son ingobernables”, convivieron con el riesgo asociado.

Hoy nos vemos en un escenario donde la venta clandestina ha aumentado, donde es común escuchar en las noches o ver fuegos artificiales en poblaciones, vía pública, actos familiares, en actos mayores o menores sin regulación aparente; “hoy es normal ver el uso de fuegos artificiales”.

¿Dónde se compran? ¿Quién los trae? ¿Quién los comercializa? Seguramente no podremos contestar con certeza a estas preguntas, pero si podemos establecer con certeza una realidad: No habría comercio, si no hubieran interesados. Quienes los comercializan son adultos, y los mayores perjudicados siempre son terceros, son niños, que observan o manipulan un artefacto que es ingobernable.

Hace 20 años nos sentíamos orgullosos, porque ingresábamos a la lista de países serios en esta materia; hoy estamos en la lista de los países que teniendo una ley esta no es efectiva.

“Nuevamente tendremos que apelar al autocuidado, el mismo que no ha funcionado del todo bien con el COVID-19. NO COMPRE NI OPERE FUEGOS ARTIFICIALES, además de ser un delito, puede quemarse el operador, aquel que mira, un niño, puede quemarse lo más preciado para nosotros; recuerde los fuegos artificiales son ingobernables”.

https://elreporterodeiquique.com/los-fuegos-artificiales-son-ingobernables/

 

Ing. Luis Carrasco Garrido Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM Experto en Gestión del Riesgo y Educación  luis.carrasco@utem.cl @carrascoluis

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Para las fiestas, y en este caso las “fiestas Patrias”, la gente en general, tiende a celebrar con acciones que nunca ha realizado o normalmente no hace o no tiene experticia, no planifica la celebración y toma riesgos innecesarios que pueden terminar en un accidente.

En estas fechas hay una gran tendencia a comer en exceso, o mezclar alimentos incompatibles, a tal punto, de provocar problemas estomacales o gastrointestinales. Al consumir productos que han perdido su cadena frío y que muchas veces están en descomposición, nos llevan a cuadros agudos de intoxicación.

Cuando a temas de comer se refiere, por ejemplo, conversar, beber, con trozos muy grandes de carne en la boca,  no masticar y tragar, es probable que nos encontremos con un episodio de atragantamiento repentino, lo que produce generalmente una  obstrucción accidental de las vías respiratorias, que puede llegar a provocar la asfixia del sujeto afectado, ante eso, muchas veces la gente no sabe  aplicar la maniobra de Heimlich, como solución práctica.

El consumo de licor, de bebidas alcohólicas en exceso, llevan a realizar acciones temerarias, poco precisas, torpes que pueden provocar  caídas del mismo nivel, a diferente nivel, manejo imperfecto del fuego, de cuchillos, martillos, serruchos, herramientas en general, cierre de puertas, caminar por la calle, etc. Conducir luego de beber alcohol, hace que el conductor además de temerario, tenga reacciones lentas, lo que puede provocar choques, atropellos, una tragedia. Dormir ebrio (en niveles severos, en estado Blackout) puede significar ahogarse con su propio vómito o tener cero reacción, frente a un incendio, terremoto, o una emergencia donde se requiere de su participación.

Cortar la carne, no es juego. Se requieren cuchillos adecuados, colocación de las manos en posición defensiva, para corte de riesgo, o simplemente el uso de un guante de seguridad fabricado de malla metálica. Para evitarnos eso, pídale a la carnicería o centro carnicero el corte que usted desea y no experimente una acción que puede tener consecuencias graves.

El hacer fuego en una parrilla es un arte, pero, ¡cuidado!, el uso de “acelerantes” para mejorar la llama, gasolina, aceite, querosene, cera, petróleo, pueden tener la reacción de una explosión; un flamazo, que puede quemar al parrillero, su entorno, la ropa, el cortinaje, incluso todo el combustible que rodee la parrilla (papel, carbón, bidón de acelerante). Así mismo el uso del secador de pelo o ventilador crea un lanza llama inesperado, por aumento del oxígeno en la combustión; el contacto del fuego con la ropa sintética de los observadores que muchas veces son niños, también puede ser un episodio terrorífico.

El uso de parrillas de gas, sin verificar mangueras, abrazaderas, fugas,  o parrillas eléctricas que no tienen llama, al dejarlas conectadas propician quemaduras en inexpertos.

Conexiones eléctricas artesanales, para alumbrar patios o extensiones, fuera de la construcción madre, conexiones con cables “vivos” (sin protección y con energía), pueden provocar una electrocución; recalentamiento de línea, por un alto consumo, puede provocar un incendio, el uso de focos potentes de iluminación en contacto con guirnaldas y cortinajes también pueden producir incendios.

La colocación de banderas, así como el arreglo de la casa en acciones temerarias en altura, sin tener escalas adecuadas, puede significar una caída grave, teniendo en cuenta que 1.80 m. es una medida mínima de atención en lo laboral, colocar la bandera en mástiles inadecuados, o lugares de cierta complejidad como lo son balcones o techos, puede significar, caídas, golpes, cortes, de gravedad.

Y como si fuera poco, ahora se agrega el COVID-19, guarde la distancia física a los menos dos metros de distancia entre invitado e invitado, proteja a la gente de tercera edad o que tengan preexistencias que hacen su salud más frágil (hipertensión, problemas cardíacos, respiratorios, etc.) Use mascarillas y que todos los invitados usen mascarillas, prepare un mesa con distancia física, haga caso a la recomendación que establece un máximo de personas que se pueden reunir; conserve su vaso, sus utensilios no mezcle elementos, cada cual con su servicio, plato, vaso. Las ensaladas en el plato nadie sacando ensalada y carne con el servicio que ha llevado a su boca. Cada dos horas un lavado de manos, no lleve sus manos a la cara, cuidado con los estornudos o conversaciones sin guardar las medidas de seguridad, limpie baños después de cada uso,  “recuerde a mayor exposición mayor riesgo de contagio”.

En estos días planifique su celebración y evite accidentes, que puedan “aguar” su celebración de Fiestas Patrias y no le de tregua al COVID-19.

 

Ing. Luis Carrasco Garrido Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM Experto en Gestión del Riesgo y Educación

 

 

 

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Muchos copropietarios, vecinos se molestan ante el aroma a asado y los ruidos de los comensales. Otros se asustan cuando sale mucho humo del departamento contiguo y llaman a los bomberos.

A veces los reclamos son justificados, la desidia de sus dueños hace que las parrillas sufran desperfectos después de estar guardadas mucho tiempo, causando fugas de gas o fallas eléctricas o simplemente el descuido de una parrilla a carbón.

Nadie se preocupa demasiado de la presencia de estos implementos, independientemente de si funcionan a carbón, gas o electricidad. Y los peligros son altos: se puede escapar una brasa, un cilindro puede tener fuga y se puede inflamar o se puede producir un accidente eléctrico.

“El asado puede ser una fuente de conflictos” y con toda seguridad en un edificio departamento.

Ahora que estamos obligados al encierro, en estas fiestas nos podemos preguntar: ¿Es seguro hacer asados en un departamento?

Reglas de la Parrilla

Los reclamos sobran. Más de un vecino se queja por el humo excesivo, el aroma a carne asada, los ruidos de los festejados o el peligro de un incendio.

"Tener una parrilla en un balcón es como hacer una fogata en la terraza”. Varias veces, durante el 18 o el Año Nuevo, se reciben llamados de alarma de incendio porque sale mucho humo de un departamento y muchas veces solo es una carne que se pasó de punto.

Todo dependerá de los reglamentos de administración de las diferentes comunidades,  donde se establece claramente, que está permitido, y en qué condiciones se puede utilizar la terraza o balcón o los departamentos.

Existen balcones o terrazas que por diseño, consideran una parrilla a gas o a electricidad  con una campana de extracción. En este caso estamos hablando de un sistema fijo, con un sistema de alimentación estudiado, “creado para usar parrillas y hacer asados”.

Si la decisión de usar una parrilla, está relacionada a una elección personal,  el conocimiento y experiencia del operador es fundamental, pero eso, lleva un alto riesgo asociado, “no todos los que creen saber, saben”.

No sabemos si los elementos que se utilizaran están certificados o son artesanales

Si la elección supone leña, carbón, llama viva (fuegos que se pueden transformar en ingobernables), si a eso, agregamos que el espacio no es el adecuado; ese tipo de decisión, puede provocar incendios en el mismo departamento o en departamentos vecinos. También puede provocar quemaduras o accidentes a personas donde se involucre el fuego y el calor.

Las parrillas a gas o electricidad pueden ser un poco más seguras, porque se asume como una estufa o una superficie con temperatura, siendo la llama menor o inexistente, sin embargo, accidentes, quemaduras se pueden producir debido a un espacio inadecuado, mala operación, o terceros en un área de peligro.

Si el reglamento del condominio no prohíbe la presencia de parrillas en el edificio, éstas están permitidas. "Salvo que exista algún reclamo”. En ese caso, se recomienda que el administrador junto al Comité de Administración y la Asamblea de Copropietarios tomen una resolución para cambiar el reglamento interno, de lo contrario esto terminará en el juzgado de policía local.

Cuando el espacio no está diseñado para eso, ni autorizado para utilizar parrillas. Se aconseja  no utilizarlos para asar carne”.

En muchos condominios se han habilitado parrillas, hornos, sectores de club house, para cocinar.

Cuando las condiciones están dadas ¿Qué recomendaciones deben seguir quienes pueden hacerlo?

Utilizar la parrilla que ofrezca menos riesgo comparativamente con aquellas que usan llama abierta y requieren de experticia del operador, para avivar el fuego, con un cartón, secador de pelo, soplador, etc. o requieren de acelerante para encender.

Para eso, la parrilla eléctrica y la de gas empotrada son más seguras, tener un extintor a mano, un balde con agua, una toalla totalmente empapada (para quemaduras o bajar temperatura o sofocar). Evitar que los niños estén jugando en la zona de fuego, evitar que personas distraigan al operador de la parrilla.

Definitivamente la misión de parrillero, no es compatible con personas bebidas o con consumo de alcohol en el sector; sus reflejos son tardíos, y sus movimientos pueden ser torpes antes y después de la emergencia. 

 ¿Hay alguna especificación en el caso de las parrillas que pueden se usar?

Comprar una parrilla eléctrica o gas que sea certificada por la SEC. Y siempre siga las instrucciones y las indicaciones del prospecto técnico.

Los asados realizados en los quinchos de edificios también podrían tornarse peligrosos si no se procede con responsabilidad. “El maestro parrillero nunca debe perder de vista el fuego y la carne, de lo contrario la fiesta se puede transformar en un drama”.

https://www.flanlate.com/2020/09/puedo-hacer-un-asado-en-el-balcon.html?spref=tw

Ing. Luis Carrasco Garrido Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM Experto en Gestión del Riesgo y Educación

 

 

 

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La contaminación que se produce por las diversas formas de calefacción en los hogares es igual o mayor que la polución atmosférica, agudizando aún más el impacto sobre la salud de las personas en tiempo de pandemia causado por el corona-virus.

La electricidad, en comparación con el gas natural, el gas licuado y el kerosene, es el único energético, que -al no ser combustible- no genera contaminación al interior de los hogares, sin embargo, es la forma más cara de calefacción, y menos efectiva, abarca menos metros cuadrados de espacio calefaccionado en comparación con las otras formas. Este tipo de calefacción conlleva riesgo, cuando las instalaciones no son las adecuadas, o no tienen mantención, lo mismo si existen conectores defectuosos o cables en mal estado.

La utilización de combustibles para el uso doméstico, como el gas natural, gas licuado y kerosene, aumentan los índices de contaminación al interior de las viviendas, incluso -en muchos casos- superando los niveles de la calle.

Los hogares que utilizan electricidad presentan 17 por ciento menos de concentración de material particulado fino (MP 2.5), uno de los contaminantes más dañinos para la salud, con relación a las viviendas que utilizan gas natural.

Esto es 26 por ciento menos respecto al gas licuado y 52 por ciento con relación a las que utilizan kerosene.

Toda calefacción a combustión, con llama, genera además monóxido de carbono, que es un gas que se acumula en la sangre y que intoxica, por eso, es imprescindible ventilar los espacios cerrados, y no es recomendable por ningún motivo calefacción 24/7, también este tipo de calefacción viene asociado a otros tipos de gases irritantes y consume el oxígeno de un espacio cerrado. "Nunca una persona se puede quedar dormida con la estufa encendida en un espacio cerrado", podría ser fatal, "el gas o el kerosene pueden ser más baratos que la energía eléctrica, pero los costos que se pagarán en salud pueden ser mayores".

Ninguna de estas calefacciones está exenta de provocar incendios, porque bastara ubicarlas de mala forma, para que tomen contacto con un combustible, ropa de cama, cortinas, muebles, etc. y se provocará un incendio. Agregando además las malas prácticas de los usuarios, que aumentan el riesgo, no hacer mantención a las estufas, cargar la estufa a kerosene estando encendida, colocar elementos a calentar sobre las estufas, mover la estufa a diferentes posiciones, que muchas veces no son las más adecuadas, transitar por el paso de la estufa o dejar a los niños que transiten o jueguen muy cerca de la estufa, por señalar algunas.

Las calefacciones con llama, elevan los niveles de contaminación, el material particulado fino (MP 2.5) puede disminuir la función pulmonar de las personas, especialmente aquellos que son asmáticos; irrita la mucosa de ojos, nariz, garganta y tracto respiratorio; contribuye a desarrollar la bronquitis aguda u obstructiva; aumenta las infecciones respiratorias, especialmente en los niños; e incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas, en esos hogares se presentan niveles de concentración de dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y material particulado ultra fino.

Las chimeneas, las calefacciones a leña son más contaminantes y emiten mayor cantidad de contaminantes particulados; cuando son chimeneas y estufas de doble cámara esta contaminación sale al exterior, por lo tanto, también contamina.

https://www.eldinamo.cl/blog/contaminacion-y-riesgo-por-calefaccion/

https://noticias.utem.cl/…/Luis_Carrasco-ElDivisadero-20-06…

https://diarioelcentro.cl/contaminacion-y-riesgo-por-calef…/

Ing. Civil Luis Ángel Carrasco Garrido / Académico Dpto. Prevención de Riesgos y M. Ambiente UTEM Especialista en Gestión del Riesgo

 

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