Luis Ángel Carrasco Garrido

Director Escuela de Prevención de Riesgos y M.A.

Ingeniero civil Experto en Emergencias

Recopilación de la Noticia

Uno de los conciertos punk más esperados del último tiempo terminó en una gran emergencia en pleno centro de Santiago. La irracional acción de los fanáticos que empujaron y forzaron el ingreso, y las condiciones imperantes permitieron que una turba humana botara una reja fija, aplastara y dejara sin vida a cuatro personas de un total de once personas heridas graves.

La avalancha humana causó la muerte de cuatro personas y mantiene a cinco heridos hospitalizados en la ex Posta Central, luego de la emergencia que se produjo en el centro de eventos ubicado en Santa Rosa con Alameda el jueves 16 de abril de 2015.

Las medidas de seguridad son materia de investigación para la causa: "Hay una serie de antecedentes que se tienen que verificar y concordar. Dentro de ellas habrá que investigar por qué ese local tenía patente de cabaret y discoteque sin tener salidas de emergencia, teniendo solo un ingreso y este usado como salida".

Los fallecidos fueron identificados como Ignacio Medina, un joven de 17 años -quien murió este sábado-; Daniel Isaías Moraga, de 24 años; Gastón Eduardo Angladetti, de 25 años y nacionalidad argentina; y Fabián González, de 22 años.

La situación ocurrió en el ingreso a un local llamado Espacio Iberomusic, ubicado en plena Alameda, donde había programado un show de la banda inglesa Doom. Este es un edificio antiguo que fue concebido en ese sector céntrico como cine.

El concierto empezaba a las 22:00 horas y a eso de las 23:00 según versiones de los asistentes pasaron siete carabineros y la gente empezó a tirarles botellas e insultarlos, algo que pasa a ser común en conciertos de esta naturaleza, pensando en el antagonismo que se genera contra la Policía. En ese momento un grupo como de 20 personas vio la posibilidad de botar la reja y entrar sin pagar su entrada, y es ahí donde se genera una avalancha humana de más 150 ó 200 personas que tratan de entrar al local por la fuerza, atascándose en la escalera, lo que termina con los muertos y los heridos que ya sabemos, precisión que hacen los asistentes al evento según la prensa. El joven, colaborador del sitio web especializado en música, Humo Negro, detalló que al atascarse, "la gente empieza a morir asfixiada, aplastada por ellos mismos... Al final la gente se mató entre ella, fue como meterse a una picadora humana".

La reja se botó, los tipos fueron violentos y después, cuando la gente trataba de sacar a sus amigos, otra gente trataba de seguir entrando al lugar, con una inconsciencia terrible... Se gritaba: 'Paren, hay gente muerta', y trataban de seguir entrando al show". (1)

Análisis técnico de acuerdo a la información entregada.

Primero habría que decir que cualquier local tiene un diseño y un cálculo que tiene relación con su uso. Si planteamos que ese lugar era un espacio creado para cine, construido con la legislación de la época que puede ser fácilmente entre 50 0 60 años atrás, ya se establece un criterio diferente al actual, porque el cine es un espectáculo de otra naturaleza. Por lo pronto se habla de una patente “patente de cabaret y discoteque”, cualquier local tiene un cálculo que responde al uso y es parte de la seguridad, y esto corre para un estadio deportivo o un pub, si su capacidad le permite tener 50 personas sentadas: los pasillos, las puertas y los baños son para 50 personas y obviamente vulneramos su seguridad si hacemos entrar más personas y el recinto como tal, debe responder a una realidad para lo cual no fue hecho.

La patente comercial no fue entregada para este evento por lo tanto preguntarse por què fue entregada?, còmo se adquiriò?, si está mal otorgada?, pone en duda la calidad de los especialistas que deben evaluar el cambio de uso, la habilitación para un nuevo uso, y el control posterior al otorgamiento de la patente, que corresponde respectivamente al Departamento de obras, inspectores municipales, carabineros, seremi de salud, incluso a algunas iniciativas dirigidas por la Intendencia que reúne a todos los actores para visitar los locales nocturnos, (a propósito de la tragedia de la discoteque Cromagnon en Argentina), que se replica en todas las regiones y que incluso se integran autoridades de impuestos internos y otros, precisamente para evitar este tipo de accidentes.

Los datos a la fecha no son tan claros, los administradores señalan que su capacidad del local va desde 400 a 500 personas, esta afirmación pone también en tela de juicio el conocimiento del que administra.

En términos de uso se señala que había 190 personas aproximadamente y en la estampida ingresaron a fuerza 100 personas más. Todo indica que el carácter de la convocatoria con personas que con toda seguridad habían consumido alcohol, y drogas, pone una variable compleja en juego.

El escenario muestra que incluso habiendo cumplido con los parámetros del local y de su uso, lo sucedido corresponde a una reacción irracional que finalmente pone en duda como se enfrentan este tipo de eventos masivos para los cuales no existen protocolos claros y que obviamente la cultura individual y colectiva no está acorde.

Este tipo de reacción humana la vemos a diario en los eventos deportivos, por ejemplo ayer en el partido entre Colo Colo y Universidad Católica (18.04.2015) los hinchas del equipo perdedor botaron la reja de contención ingresando a la cancha con fierros y palos y a sectores de camarines, lo que obligó a la fuerza pública a ingresar a las galerías y al control de un evento privado. Esto se ha visto en múltiples eventos deportivos con consecuencias fatales y en eventos musicales masivos o eventos donde los parámetros de ingreso o quienes causan este tipo de estragos es presa de drogas o licor y de la falta de control a accesos restringidos.

Los administradores del evento deben tener claro a qué público objetivo se convoca, y tener en cuenta que los límites exigidos por construcción y seguridad se pueden ver vistos a prueba al límite y lo que es más muchas veces el público convocado puede exceder y si no tiene paso libre es potencialmente un problema que puede desembocar en problemas graves.

Una experiencia básica la tenemos en los eventos deportivos y musicales donde se debe crear anillos de seguridad para evitar que esa gente tenga acceso directo a las puertas e interfiera los espacios de seguridad y accesibilidad que permiten que la gente entre y salga sin problema así como eventualmente lo haga la policía, bomberos y ambulancias por necesidad.

De la misma forma se requieren planes de emergencia reales y aplicables, realizado por expertos, no planes por cumplir, con escritos haciendo referencias poco significativas a otros modelos que finalmente terminan en un documento copiado y sin base practica (puro papel). Así mismo la vigilancia privada debe ser preparada para este tipo de contingencia y debe tener la suficiente experticia para enfrentar este tipo de eventos masivos, y no transformar esto en una acción de violencia para el control.

La coordinación comienza desde los organizadores que son aquellos que informan y anticipan, lo que viene, tomando sus recaudos, y llamando a la autoridad a tomar las respectivas medidas y coordinaciones vitales en este tipo de eventos. Y la autoridad tiene la obligación de anticipar posibles problemas a partir de la información entregada a la gente, sobre eventos musicales, deportivos y de cualquier especie.

A simple vista hay errores garrafales en la información entregada, un local subterráneo no es un local apto para eventos masivos, desde el punto de vista del código de seguridad humana, al tener solo una entrada que sirve de salida, pensando además que se tiene patente para consumir licor en el interior. El código de seguridad exige accesos y salidas alternas, si el ingreso está por el norte la salida debe estar por el sur. La falta de escapes por cuanto no cuenta con ventanas o salidas menores. El colocar vallas al ingreso directo y en el recorrido de la escalera, son obstáculos que hacen más difícil la accesibilidad y la evacuación. Así mismo al no tener coordinación con carabineros, o como lo demuestran los relatos de los mismos uniformados, no fueron parte en la creación de anillos de seguridad antes de la entrada, o simplemente suspendiendo el evento por faltas de garantía.

Otros errores se refieren a falta de señalètica de acuerdo a norma, luz de emergencia, plan de emergencia, entrega de información escrita, y hablada antes del inicio del evento a los participantes, indicando la forma de evacuación, las vías y salidas con puertas con dirección a la vía de evacuación (sin llave, ni candados). Sistemas de extinción (generalmente en este tipo de locales la tendencia es sacar los extintores, porque son robados, o la gente los saca y se golpean con ellos o los percutan), etc.

Este tipo de emergencias no es excepcional y es más habitual de lo que creemos, y no siempre tiene esta cobertura porque obviamente no tiene la consecuencia de este último. Pero eso no indica que no pueda repetirse, y que los responsables no tengan que realizar acciones concretas frente a este tipo de emergencias en lugares de eventos de convocatoria masiva o convocatoria excesiva o convocatoria compleja.

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