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Apuntes del Profesor Luis Carrasco-Garrido

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planes de emergencia

Columna de opinión escrita por Luis Carrasco Garrido, director del Programa Gestión del Riesgo y Adaptación al Cambio Climático, académico del Departamento de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM.

La pandemia COVID-19 ha sido un escenario propicio para mejorar la gobernanza en tiempos de crisis a nivel nacional. Una vacunación exitosa como la que tiene Chile, es parte de esa gobernanza, pero la realidad ha demostrado que supone también otros elementos relevantes que hacen la diferencia y pueden averiar la vacunación exitosa. Un elemento macizo de cambio es considerar este desastre de tipo sanitario como un tema no exclusivo de salud, sino que de Gestión Integral del Riesgo.

Hay muchos ejemplos que demuestran que la buena gobernanza se desarrolla a partir de la colaboración y las alianzas entre mecanismos e instituciones, para reducir el riesgo de desastres lo que permite un desarrollo sostenible.

La gestión de riesgos es un tema integral, que requiere de acciones de conocimiento, capacitación y de respuesta para diferentes eventos, y dentro de esos eventos se incluyen todos los temas de reducción de desastres y los de cambio climático.

La gobernanza debe adoptar en este tema una mirada amplia y profunda de los riesgos y sus impactos, teniendo en cuenta su construcción social. En su justificación más básica y fundamental, equivale a la vida misma: la buena gobernanza del riesgo de desastres se puede medir en salvar vidas, en reducir el impacto a la población a causa del desastre y evitar pérdidas económicas.

El último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), titulado “Climate Change 2021“, señala que el cambio climático que sufrimos hoy no tiene precedentes en cientos de miles de años. Chile es mencionado 98 veces en el documento, 34 de ellas en directa relación a los fenómenos climáticos que el país enfrenta.

Chile es uno de los países más afectados por el cambio climático, es un país altamente vulnerable frente al fenómeno de cambio climático, ya que cuenta con áreas de borde costero de baja altura, áreas áridas, semiáridas y de bosques, susceptibilidad a desastres naturales, áreas propensas a sequía y desertificación, zonas urbanas con problemas de contaminación atmosférica y ecosistemas montañosos como las cordilleras de la Costa y de los Andes. Además, tenemos una fuerte dependencia de las principales actividades socioeconómicas del país al clima, principalmente de la disponibilidad hídrica para la agricultura, ganadería, minería.

El presidente Gabriel Boric, adicionalmente a todos los desafíos ya planteados para su período presidencial, tendrá otros no menores en prevención, reducción y control de los factores de riesgo de desastres, donde la adecuada preparación y respuesta ante situaciones críticas es fundamental.

Crear una cultura de riesgo propia de países que enfrentan múltiples emergencias como lo son terremotos, aluviones, tsunamis, incendios, inundaciones, pandemias, emergencias socio tecnológicas y otras de forma permanente, tal vez sea el sello recomendable para Boric, en un Chile acostumbrado a diferentes tipos de emergencias y desastres.

https://noticias.utem.cl/2022/03/10/el-desafio-de-gobernanza-de-gabriel-boric-en-gestion-de-riesgos-de-desastres/

https://gestiondelriesgoycambioclimatico.over-blog.com/ 

 

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La Educación Superior con posibilidad de contraer el COVID-19

Ing. Luis Carrasco Garrido
Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM
Experto en Gestión del Riesgo y Educación luis.carrasco@utem.cl @carrascoluis

 

Frente a un panorama tan incierto como ha sido el de pandemia, surgen una serie de incógnitas y de proyecciones difusas e inciertas de cómo se presenta la Educación Superior para el futuro. De una infinidad de acreditaciones y certificaciones que se demandan hoy, que más que abrir una puerta al desarrollo, se ha trasformado en aumento de burocracia, y de restricciones para la creación, y la libertad en que se debe mover la educación, se ha transformado en marcar la ruta de lo que se cree debiera ser la Educación Superior y la Universidad.

¿La realidad que vivíamos el 2018 y 2019 será la misma para el 2021-2022 y del futuro? No lo sabemos, sin embargo, hemos tratado de desarrollar la Educación Superior en un escenario incierto de pandemia similar a la “Tercera Guerra Mundial”, como si fuera un escenario regular. UNESCO ha sido muy explícita indicando que algunas Instituciones de Educación superior no serán capaces de resolver el desafío, y lo que es más, no estarán a la altura.

En este escenario líquido a la educación se le mide con instrumentos y estándares de normalidad y de regularidad en  una realidad que no existe.

Todo esto indica que la Enseñanza Superior debe buscar una forma de adaptación, de supervivencia, tal que le permita enfrentar este escenario complejo y otros muy similares y permanentes que se producirán en el futuro. Por otro lado si ha habido concesiones que son del todo justas para enfrentar el 2020 y el 2021, la educación no puede vivir de concesiones permanentes, simplemente porque sus estudiantes serán profesionales con exigencias reales.

El modo a distancia, on-line o digital, llegó para quedarse pero requiere de una adaptación de planes, programas, en la forma y las metodologías que cada académico deberá aplicar, con plataformas, conexiones y tecnología “ad hoc”.

Los cursos, las asignaturas serán desarrolladas con metodologías digitales, acordes a los actuales desafíos, lo que indica una preparación de profesores y reconversión de otros; con estudiantes  comprometidos en el cambio de la digitalización, cambio que requiere de estudiantes conscientes  que ayuden a construir y a formarse en aulas virtuales, con compromisos éticos fuertes, en tiempos virtuales (diferentes a los presenciales), medidos desde los resultados.

El sistema digital actual no resiste cámaras apagadas, estudiantes ausentes o estudiantes en la oscuridad del anonimato como quien ve televisión. Esta nueva forma exige estudiantes  proactivos /as que desarrollen tareas, trabajos, investigaciones desde la NO Universidad física, (desde la nueva Universidad Virtual, la casa, el trabajo, etc.). Requiere de estudiantes con un nivel de abstracción que les permita resolver problemas y diseñar soluciones, donde los estudiantes  busquen con interés que el profesor los certifique en su competencia o conocimiento, haciendo un verdadero equipo de trabajo. Equipo que debe reunirse sin restricciones para ver el problema y discutirlo de diferentes perspectivas, teniendo claro cuál es el objetivo de educación de excelencia.

La presencialidad deberá estructurarse bajo estándares de estricta seguridad para plantearse desde aquella esfera de lo necesario, de lo irrenunciable; donde las actividades presenciales conversen con un sistema híbrido de compromiso igualmente fuerte cuando es a distancia. Buscando la inclusión de aquellos o aquellas estudiantes donde el esfuerzo será similar o superior a cuando el modelo era cara a cara.

Si no fuéramos capaces de eso de seguro la Educación Superior estará en la lista de aquellos que enfermaron por COVID-19 y que lamentablemente no fueron capaces de recuperarse, mientras vivían en un escenario de crisis.

Este artículo fue publicado de forma parcial o total en los siguientes medios:  El Heraldo Austral , El Rancagüino y El Pingüino

https://www.eha.cl/noticia/opinion/opinion-la-educacion-superior-con-posibilidad-de-contraer-el-covid-19-11478

https://www.elrancaguino.cl/2021/07/10/la-educacion-superior-con-posibilidad-de-contraer-el-covid-19/

https://elpinguino.com/noticia/2021/07/09/la-educacion-superior-con-posibilidad-de-contraer-el-covid-19

 

 

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El pasado lunes 3 de mayo de 2021 en la noche, se entregó la información de  27 personas muertas y alrededor de 80 personas heridas tras derrumbarse la viga de un puente del metro de Ciudad de México. Se trata de la mayor tragedia en la ciudad desde el terremoto de 2017. Una estructura de construcción entre 2008 y 2012, inaugurada este último año, a 8 años de su uso, colapsó. Es por eso que surgen muchas interrogantes sobre estas construcciones modernas.

Es cierto que todo megaproyecto, construido como nodo crítico, y de convergencia masiva para el transporte, en Chile tiene los más altos estándares de construcción, por todo lo que significa y por la gente que debe trasladar. Metro, según lo que se indica en diciembre de 2020, “transportaba alrededor de 1.100.000 pasajeros diariamente, lo cual está muy distante de los 2.800.000 que teníamos en promedio” antes de la llegada del coronavirus.

De tal forma, que el uso al máximo de sus capacidades en horas punta, sin ningún descanso supone necesariamente un programa de inspecciones preventivas de las estructuras, agregando una dificultad real, que además Chile, es el país más sísmico del mundo. No obstante eso, pondría el acento en que significa procedimientos preventivos de mantención: el principal objetivo del mantenimiento es evitar o mitigar las consecuencias de los fallos del equipo o materiales, logrando prevenir las incidencias antes de que estas ocurran. Respetar los estándares de uso es algo fundamental, cuando los trenes y las estructuras no tienen la mantención adecuada y se juega con los límites de resistencia para los cuales fueron hechos, estamos creando un escenario complejo y propicio para una emergencia.

El Metro de Chile previo a la pandemia, ha resistido un escenario de saturación de pasajeros peligroso, que nos pone sobre aviso sobre algunas situaciones críticas, que se transformaron en aceptables por la necesidad de transporte. El aumento de gente en andenes a extremos de superar las líneas de demarcación, escalas de acceso y evacuación saturadas sin posibilidad de movimientos y espacios libres; situaciones que de producirse una emergencia podría ocasionar gente lesionada y tal vez gente muerta. El escenario de descontrol que puede producir un incendio, como ya ha sucedido, o un atentado o acción maliciosa, un terremoto, o una simple estampida, agregan a la emergencia misma, condiciones de seguridad que no están dadas y que hemos aceptado como normales, aun cuando tenemos señales claras que no debe ser así. ¿Por qué? Porque no se están respetando los estándares máximos de capacidad, el número de personas, pesos, no es el adecuado; porque se están utilizando espacios de accesibilidad y evacuación en andenes y escaleras con pasajeros que se quieren transportar, porque el acceso a las estaciones no es efectivamente controlado.

El personal por estación es mínimo y dado el volumen de una tragedia cuando convergen factores como: un mal diseño, o una mala construcción, el no respeto a los límites de capacidad de personas o pesos, puede producir un gran desastre urbano. Simplemente porque no hicimos caso a las señales que nos mostraba la realidad. Así como el Metro de Chile es elogiado por muchas cosas, es probable  que “el Metro” no mida lo mismo en Seguridad.

Ing. Luis Carrasco Garrido Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM Experto en Gestión del Riesgo y Educaciónluis.carrasco@utem.cl @carrascoluis

Nota: este articulo ha sido recientemente publicado en EL MOSTRADOR y en COOPERATIVA.CL

https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2021/05/11/cuando-el-metro-no-mide-lo-mismo-en-seguridad/

https://opinion.cooperativa.cl/opinion/transportes/cuando-el-metro-no-mide-lo-mismo-en-seguridad/2021-05-10/163620.html

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Frente a un escenario líquido, totalmente cambiante como es el de pandemia,  producto del COVID-19;  lo fundamental es establecer en que se basa esta estrategia que es parte de lo que llamamos “Gestión del Riesgo”. La Gestión del riesgo se define como el proceso de identificar, analizar y cuantificar las probabilidades de pérdidas y efectos secundarios que se desprenden de los desastres, así como de las acciones preventivas, correctivas y reductivas correspondientes que deben emprenderse

Las políticas públicas son el curso de acción y decisión que toma el Estado con la finalidad de transformar o modificar una situación determinada, y dar respuesta a distintos sectores de la población. Según Manuel Tamayo Sáez Doctor en Ciencia Política plantea que “las políticas públicas son el conjunto de objetivos, decisiones y acciones que lleva a cabo un gobierno para solucionar los problemas que en un momento determinado los ciudadanos y el propio gobierno consideran prioritarios.

De tal forma, que habiendo decidido el gobierno una política que tiene su principal acción en la vacunación masiva que alcanza los 8 millones de personas, es menester entender que la gente se sigue infectando y sigue muriendo; y que el aspecto referencial en Europa y otros países muestran tercera ola, y en algunos casos cuarta ola de contagios con nuevas cepas.

Lo que significa que los 4 pilares de la gestión del riesgo contra el coronavirus se deben reforzar: PCR y trazabilidad, que se presentan como una solución para tanta gente que debe salir necesariamente y otros que no debiendo salir a la calle, salen; donde se entiende que son potenciales contaminadores o personas potencialmente contaminados.

Sin embargo, quiero hacer especial énfasis, a tres elementos que si bien se presentan, a mi parecer no han tenido la fuerza o el refuerzo en la entrega a las personas, para así lograr el cambio de conducta. Me refiero a un lavado de manos correcto y reiterado, ¿Es descabellado aumentar los lugares de lavados de manos? En los lugares públicos, en la vía pública, en las fábricas, en el comercio, en el metro, baños públicos, estaciones, etc. Y no solamente la gotita del alcohol gel, si no el lavado de manos transformado en una rutina permanente y profunda. ¿Es posible pedirle a la televisión, radio, periódicos una campaña agresiva que indique el lavado correcto de las manos? Que ésta, nos acompañe en pantallas estáticas, gigantografías y elementos que refuercen este acto preventivo. Distancia física, ¿es posible reiterar la acción de  remarcar los espacios y distancias correctas y necesarias?, que se implemente el inspector COVID para hacer respetar las distancias, y plantear una sola dirección, en un solo sentido, para aplicar en lugares cerrados, para evitar que la gente se tope o choque. Finalmente, una campaña agresiva por todos los medios de la importancia del uso de la mascarilla, estableciendo cual es la mascarilla correcta y como se logra el uso efectivo. Donde se muestre en pantallas y programas reiteradamente como se colocan las mismas, como se usan correctamente, cual es el modelo eficaz y como se usa de forma eficiente. Agregando que en lugares públicos se debería regalar mascarillas e incentivar el uso de doble mascarilla en lugares cerrados para una mayor protección.

Ing. Luis Carrasco Garrido Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM /

 Experto en Gestión del Riesgo y Educación / luis.carrasco@utem.cl / @carrascoluis

Este articulo de Luis Carrasco Garrido fue publicado por http://www.elmostrador.cl / https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2021/05/01/despues-de-la-vacuna-una-politica-publica-agresiva/ de forma total o parcial, el 01.05.21.

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Los incendios en Edificios de altura: Andraus, Joelma y Santa María marcaron el comienzo de las tragedias de la modernidad en América en prácticamente 10 años, los relatos son muy similares en cuanto a los problemas, las limitaciones y el impacto que produjeron.

Edificio Andraus

El incendio el edificio Andraus de 29 pisos, en la ciudad de São Paulo, se produjo el 24 de febrero de 1972, a las 4 de la tarde y duró más de siete horas.  El incendio se inició por un sobre consumo eléctrico generándose llamas en los carteles propagandísticos de Casas Pirani, en dos horas se apoderó de todo el edificio. Los bomberos no poseían suficientes equipos de aire, solo tenían toallas las que mojaban para entrar a combatir el fuego. La escala Magirus de los Bomberos no llegaba a los pisos más altos, casi 500 personas subieron al techo del edificio y fueron rescatadas en helicópteros. Dieciséis personas murieron carbonizadas o se arrojaron por las ventanas, otras 320 resultaron heridas. 

Edificio Joelma

La mañana del viernes 01 de febrero de 1974, el Edificio Joelma, estructura de 25 pisos (los 10 primeros eran estacionamientos y los restantes 15 de oficinas), ubicado en São Paulo;  a las 8:50 horas de la mañana se produjo el incendio. El fuego se extendió rápidamente producto de las alfombras, el forrado interior de plástico y las cortinas de madera. El edificio no contaba con luces de emergencia, ni alarma contra incendios, sistemas de rociadores contra incendios y lo fundamental: salidas de emergencia independientes. El fuego violento se propagó  hasta el piso 15 a través de las escaleras, las que fueron invadidas de humo, gases tóxicos y temperatura, lo que hacía imposible su uso. Mucha gente subió a la azotea, se estima unas 170 personas, pero la plataforma no era adecuada para el rescate aéreo; 188 personas murieron y 345 resultaron heridas.

Cerca de las 10:00 hrs, del sábado 21 de marzo de 1981, en el lado sur del duodécimo piso de la entonces más alta torre de Santiago de Chile, de 110 metros de altura, se declaró un incendio sin precedentes, originado por la inflamación del pegamento utilizado para instalar unas alfombras producto de una chispa provocada por un cigarrillo mal apagado. El incendio dejó un total de 11 muertos, entre ellos el voluntario de la 13ª Compañía de Bomberos de Santiago, Don Eduardo Rivas Melo.

Edificio Santa María

Hasta ese momento en Chile la protección de incendios consideraba la protección pasiva, vale decir un diseño seguro estanco y la resistencia de los materiales al fuego; aun cuando el edificio era moderno para su época y consideraba elementos de protección activa (que después se reforzarían en la legislación nacional), como son la red seca, red húmeda, detectores, alarmas, zona vertical de seguridad presurizada (permite una evacuación segura, sin humo, ni fuego); pero todo esto fue inútil por cuanto no había experiencia en el tema, y la mayoría de los elementos se encontraban en mantención y las labores de puesta a punto. Al igual que los incendios anteriores la protección personal de bomberos era precaria (la que correspondía a esos tiempos), los carros telescópicos no eran acordes a las alturas que se imponían en la construcción moderna, la legislación preventiva y de control del fuego era débil para las construcciones que se desarrollaban.

No obstante, el avance en todos los ámbitos en la actualidad, los incendios en altura, siguen siendo un tema complejo por el tipo de construcción, por el diseño, por la fiscalización, por los usuarios y su conocimiento en el tema, de tal forma que sigue siendo un desafío vigente hoy, igual que ayer.

Ing. Luis Carrasco Garrido
Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM
Experto en Gestión del Riesgo y Educación
luis.carrasco@utem.cl
@carrascoluis

Este articulo fue publicado de forma total o parcial en la prensa escrita:  Pinguino de Punta Arenas https://elpinguino.com/digital/edicion/15-04-2021-08.html http://portal.nexnews.cl/showN?valor=g5t5m   / La Prensa El Diario de la Región del Maule    ​​​​​​​  http:// https://issuu.com/laprensacurico/docs/9_e264c18ac8a3ce / http://portal.nexnews.cl/showN?valor=g3nld / Diario Digital La Tercera   http:// https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/40-anos-del-incendio-de-la-torre-santa-maria-el-hito-que-marco-a-toda-una-generacion/BCYSBP74CNDHVB2NNPOEVYIXA4/ 

 

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Control de Marejadas y Defensas Fluviales.
Una ventaja de este sistema es la versatilidad para retirarlo si fuera necesario, ya que genera el mínimo impacto en el fondo marino. Esta solución también ofrece importantes reducciones de costo y de huella de carbono.
La acción de las olas ha sido un problema permanente para las zonas costeras ya que pueden erosionar Las playas, o colocar arena donde no es necesario. Es por ello que se está empleando el uso de geosintéticos, ¿Qué son?

Luis Carrasco, académico de UTEM y especialista en gestión del riesgo, explica que los geosintéticos son materiales, principalmente fabricados con productos derivados del petróleo, originalmente usados en aplicaciones de ingeniería geotecnia, utilizados para mejorar. cambiar o mantener las características del suelo con el que interactúan los diques construidos con geotextil, un material sintético resistente que tiene menos impacto en el ecosistema natural,. tienen como objetivo frenar la regresión de las playas. Estamos hablando de telas. tubos, rejas. de cubos, contenedores. etc. Estos elementos de plástico pueden ser rellenados con otro material para conseguir el objetivo", explica el experto de UTEM.

Según señala Luis Carrasco, las funcionalidades que tienen los geosintéticos son múltiple: drenar, hacer un dique, desviar el agua, evitar que se mezclen aguas u otros productos, etc.

'Obra ventaja de este sistema es la versatilidad para retirarlo si es que fuera necesario, ya que genera el mínimo impacto en el fondo marino, lo que no se puede hacer con los espigones sumergidos de rocas u hormigón. Esta solución también ofrece importantes reducciones de costo y de huella de carbono", recalca.

En el caso de los sectores costeros, que se han visto afectados por las marejadas, el docente de UTEM afirma que los contenedores pueden ser colocados lejos de la playa donde la acción de las olas está causando daño. "Las unidades geosintéticas interrumpen el paso del agua y de las olas de gran amaño tamaño; La localización de las estructuras puede ser calculada por Los ingenieros, favoreciendo la recuperación de la playa".

Asimismo, utilizando geosintéticos para cambiar Los patrones de la olas, se reducen Los daños a Las propiedades, o la renovación de la costa y de las playas

¿Dónde se utilizan?

Los geosintéticos han sido aplicados durante décadas en Chile en diversas aplicaciones y funciones. "La contención de líquidos por medio de geomembranas ha sido una de las principales aplicaciones, en particular, en grandes proyectos mineros en Perú y Chile. Otros geosintéticos como qeonets, geotextiles y geogríds han complementado dichas aplicaciones en numerosos proyectos en funciones de protección de geomembranas. drenes. filtros y refuerzos. También han sido utilizados en obras civiles., obras viales, tranques de riego y generación eléctrica, comenta Carrasco.

Los geosintéticos, orientados a aplicaciones de mayor relevancia en contención de líquidos, en presas, embalses y depósitos de relaves, es normal verlos en la minería y en puertos de descarga, de tal forma que se sigue avanzando en nuevas utilizaciones, puntualiza el experto en riesgos.

 

Recuadro
- Los geosintéticos, orientados a aplicaciones de mayor relevancia en contención de líquidos, en presas, embalses y depósitos de relaves, es normal velos en la minería y en puertos de descarga, de tal forma que se sigue avanzando en nuevas utilizaciones.

- SEIS PRINCIPALES FUNCIONES DE LOS GEOSINTETICOS:

1. Separación Evita que los diferentes tipos de suelos se mezclen para mantener la integridad de cada material al tiempo que permite el libre paso de líquidos y gases.

2. Drenaje: Recoge y transmite, permite que los líquidos y los gases fluyan a través de la superficie del material. Facilita La escorrentía de las aguas superficiales.

3. Filtración: Esta función es a menudo asociada con la separación. Permite aislar un material de otro, Las aplicaciones más comunes son en los rellenos sanitarios, Lagunas u otros estanques cuando es necesario evitar la contaminación del área circundante.

4. Refuerzos: Proporciona una fuerza adicional a los suelos y agregados. Se utiliza para fortalecer fuertes pendientes y suelos débiles y variables.

5. Protección: Evita daños considerables ocasionados por materiales adyacentes Usualmente, se emplea corno barrera para evitar contaminación.

6. Diques o frenos: Evita que el oleaje o los líquidos o mezclas impacten a la velocidad o fuerza natural.
Este artículo fue publicado el 31 de marzo de 2021 en la Tercera Ediciones Especiales Control de Marejadas y Defensas Fluviales, pag 22, realizado por Romina Jaramillo di Lenardo, entrevista al Ing. Luis Carrasco Garrido Especialista en Gestión del Riesgo y Emergencias

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La formación de profesionales de la emergencia responde al“Marco de Sendai en temas de Gestión del Riesgo”[i]. Para tal efecto se crean escenarios que ponen en juego múltiples variables de emergencia, con carácter de catástrofe, que después confluyen en una gran mega emergencia, Ejemplo: Un terremoto, con corte de servicios básicos (agua, luz, gas, comunicaciones, etc.),  a eso se agrega un incendio complejo. Este tipo de escenario pone a prueba a los actores en: conocimiento, competencias, aplicación, gestión, planificación, creación de soluciones, trabajo en equipo, y otras virtudes que debe poseer para el trabajo bajo presión y con múltiples variables catastróficas en escenarios de crisis.

Cuando hablamos de variables catastróficas, nos estamos refiriendo a acontecimientos que, en un contexto de vulnerabilidad, puede actuar como desencadenante de un evento mayor. (Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional, 2020).Todo eso que alguna vez habíamos creado de forma ficticia, lo vimos en vivo y en directo,el sábado 30 de enero de 2021, en un escenario de emergencia sanitaria debido al Covid-19,donde se agregó el desarrollo de un incendio estructural de una complejidad sin precedentes. Se quemaba  el Hospital San Borja-Arriarán.

Que vimos, una puesta en escena perfecta, un ejercicio de alta complejidad, un amplio dispositivo de Policía, Ejército, Bomberos y Personal de Salud;se estableció un puesto de comando, donde se dirigieron las acciones para llegar a los pisos superiores del hospital donde se desarrollaba el incendio en un espacio de afección de 10.000 m², en el intertanto se evacuaban a los pacientes desde el interior hacia un estacionamiento o una zona segura a la intemperie fuera del hospital, con las medidas sanitarias adecuadas debido a la pandemia del corona-virus, para coordinar su posterior desplazamiento a otras clínicas y hospitales según la complejidad del paciente.

El cuadro era totalmente complejo: los pacientes con corona-virus fueron sacados del ventilador mecánico, desconectando las bombas de infusión y monitores, luego pasados a una camilla especial con monitor y ventilación portátil, para luego ser trasladados en ambulancias más complejas.

El evento fue transmitido en vivo para todo el mundo y cubierto por la prensa internacional, si bien teníamos un incendio complejo, esto coincidía con un momento de rebrote de la pandemia de COVID-19 en Chile, donde gran parte del sistema sanitario estaba trabajando a su máxima capacidad, y el Hospital San Borja era parte de este sistema.

Bomberos de Santiago determinó inicialmente que los Voluntarios junto a personal de salud del centro asistencial iniciarán la evacuación de los 350 pacientes del hospital; de forma transitoria, los evacuados fueron ubicados en unos toldos de las Compañías presentes en la emergencia y también en un hospital de campaña que hizo llegar la Municipalidad de Pudahuel, en cuyo despliegue colaboraban muchas personas pertenecientes a múltiples instituciones. En un colegio cercano personal de salud entregaba información de los pacientes y contención a los familiares.

En la evaluación final no contar con pérdida de vidas, no tener heridos, haber salvado los pacientes graves, haber coordinado a muchas instituciones de diferente naturaleza para lograr los objetivos propuestos, haber controlado un incendio complejo con mucha carga combustible, incendio que se presentaba con un avance violento, con problemas de accesibilidad y con posibilidad de propagación a otras estructuras hospitalarias. Se transforma en un ejercicio de estudio, de laboratorio necesario para la formación de los profesionales que trabajan o se enfrentan a emergencias.

En resumen,una emergencia que muestra un desarrollo favorable por los resultados, por la administración y la gestión en el  incidente, donde destaca el trabajo de bomberos, del personal de salud y todas las instituciones que participaron de este evento que pudo haber sido catastrófico.

Esta emergencia, hoy puede ser utilizada como ejemplo de:“cómo se debe articular una respuesta adecuada de control de una emergencia con múltiples variables catastróficas”,donde las variables, no confluyeron en una emergencia mayor, debido al manejo adecuado de la misma; que sin lugar a dudas, si no hubiese sido así, habría desarticulado o impactado fuertemente nuestra estructura sanitaria, de seguridad y de orden social.

Este es un buen ejemplo que debemos destacar y presentar como “un caso de estudio para la formación de nuestros nuevos ingenieros y todo aquel personal que trabaja en el tema de gestión del riesgo o debe enfrentar escenarios de crisis”.

Ing. Luis Carrasco Garrido Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM Experto en Gestión del Riesgo y Educación luis.carrasco@utem.cl @carrascoluis

Nota: Este articulo ha sido publicado totalmente o parcialmente en:


[i]El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 (Marco de Sendai) fue el primer acuerdo principal de la agenda de desarrollo posterior a 2015 y ofrece a los Estados miembros una serie de acciones concretas que se pueden tomar para proteger los beneficios del desarrollo contra el riesgo de desastres.

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Más casas, más deforestación significa exacerbar el momento que estamos viviendo, aumentan las posibilidades de que la vegetación se seque, aumenta el riesgo de incendio. Mayor cantidad de asentamientos habitacionales y una mayor cantidad proyectos inmobiliarios que no consideran la variable de riesgo de incendio, establece un escenario catastrófico.

La posibilidad de generar un incendio forestal en temporada baja o alta con resultados destructivos, indica que el cambio climático facilita el riesgo de incendios, y las posibilidades de que el fuego sea inmanejable son reales; hoy los incendios son más intensos y requieren de una respuesta más rápida, oportuna y una cantidad de recursos nunca antes visto.

Sabemos que nuestra realidad es “un rompe cabezas” donde confluyen muchos elementos: cambio climático, leyes que regulen el uso del combustible (basurales, pastos, especies arbóreas, etc.), ordenamiento territorial donde las variables de riesgo estén presente,  comportamiento humano (cambio de cultura frente al manejo de fuego, quema de basura, quemas controladas, manejo de actividades con fuego, temperatura o chispas, y otras.), comportamiento preventivo (la limpieza, el orden, las acciones que hacen posible el control del fuego ex ante). Esta adaptación requiere de un trabajo profundo y decidido, no podemos continuar con medidas cosméticas y con medidas reactivas que son visibles, pero son, ex post facto (después del hecho).

En Chile el 99,9 % de los incendios, son incendios provocados por el hombre, de tal manera que el origen del fuego va desde aquellas acciones normales o usuales de uso y manejo del fuego que históricamente se han realizado, y que hoy podrían provocar un gran incendio: fogatas, quemas de basura, soldaduras, usos de esmeril, y otras, que caen en el accionar descuidado, por no tomar todas las medidas preventivas para evitar el incendio, hasta llegar a aquellas que poseen una intencionalidad culposa por variadas razones.

En ese panorama cualquier manejo o uso del fuego es riesgo y tiene posibilidades concretas para iniciar un incendio con insospechados alcances.

El bosque por si solo es origen de ignición, es lugar propicio para el fuego; el gran aumento de combustible producto de episodios de lluvia, pone un escenario propicio para los incendios, la construcción de casas y otros edificios en espacios de interfaz donde se une el bosque con la ciudad hace factible cualquier combinación de desarrollo y propagación del fuego: “que comienza en las casas y termina en el bosque o comienza en el bosque y termina en las casas”.

Los incendios cerca de la llamada interfaz urbano-forestal, así como los desastres en bosques más alejados, el cambio climático ha sido el responsable de aumentar los riesgos de forma significativa.

Si a eso, agregamos la indiferencia que muestra la población, a temas tan críticos como son el cambio climático y los incendios forestales, y a pesar de ello, continúa con el uso y manejo del fuego indiscriminado, sin ninguna medida de prevención y seguridad.

El resultado puede ser totalmente catastrófico; la respuesta:- nunca pensé que sucedería o no lo quise hacer, o nunca me había sucedido antes- no son respuestas contundentes, ni responsables, para gente que se le ha advertido de muchas formas que no es momento de manipular el fuego, pudiendo evitarlo.

Este articulo ha sido publicado totalmente o parcialmente en: https://www.soychile.cl/Valparaiso/Sociedad/2021/01/24/690867/Especialista-en-emergencias-sobre-incendios-forestales-El-999-son-provocados-por-seres-humanos.aspx

La Estrella de Quillota 22.01.21

Ing. Luis Carrasco Garrido Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM Experto en Gestión del Riesgo y Educación luis.carrasco@utem.cl @carrascoluis

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Las últimas cifras de la encuesta entregadas por Cadem, un 57% de los chilenos cree que la principal causa del aumento de contagios por Covid-19 se debe a que la gente no respeta las medidas sanitarias impuestas por la autoridad como el distanciamiento social, el uso de mascarillas, la imposición de cuarentenas y los toques de queda[1].

¿Cómo medidas tan simples, son tan difíciles de cumplir? Es así como el COVID-19 se transforma en una pesadilla nunca vista. Tal vez porque nos hemos formado en una sociedad basada en el individualismo y la ausencia de cooperación; la única forma de enfrentar esta pandemia es con sentido de cooperación, con educación, con responsabilidad, con disciplina.

Por cierto, colócate una mascarilla adecuada, guarda una distancia física de dos metros, lávate las manos de forma sistemática o cada vez que toques una superficie.

¿Por qué hacer algo bien si lo puedes hacer mal? Suena ilógico, nos parece irracional, pero es así.

El coronavirus no nos sale a buscar, el COVID-19 se desarrolla en la medida que nosotros no respetamos el cuidado personal y el de nuestro entorno.

Un elemento tan simple como una mascarilla de papel, o de género; primero es mal utilizada cuanta gente con la nariz fuera de la mascarilla, otros con una mascarilla sin ajustar, otros con una mascarilla sobre utilizada que ya no cumple con su rol. Cuantas mascarillas simplemente botadas en la vía pública, “sin ningún peso de conciencia”. Aquellas mascaras de genero fabricadas sin ninguna especificación técnica básica, sin lavar; todo eso es observable y mucho más; es una realidad que estamos viviendo; y se me quedan atrás los que simplemente por cualquier motivo los sorprendemos fuera de casa sin mascarilla. ¿Por qué? ¿Que no se entiende?

Lavarse las manos, no es simplemente tirar agua esta es una tarea importante y acuciosa: ¿Se toca los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar? ¿Prepara o consume alimentos o bebidas con las manos sin lavar? ¿Toca una superficie o un objeto contaminado y no se lava las manos? Antes de tocarse los ojos, la nariz o la boca. Debe lavarse las manos.

¿Es tan difícil quedarse en casa? y solo tener salidas estrictamente necesarias. ¿Es difícil planificar nuestras necesidades de compra? Pareciera que es más fácil comprar en la medida que falte, como antes.

Todo parece indicar que el individualismo requiere de la vacuna no para superar una Pandemia, sino para evitar usar una mascarilla, evitar lavarnos las manos y seguir con una comodidad que no da cuenta de nuestro rol real en la comunidad y en el planeta de hoy.

 

[1] https://www.latercera.com/paula/noticia/por-que-nos-cuesta-tanto-respetar-las-reglas/745FZTVKH5EFJEO5ZGJSD76GDY/ mayo2020

Este articulo fue publicado en forma total o parcial durante el mes de enero de 2021 por: La Estrella de Iquique, Diario Chañarcillo, El Rancagüino, el Heraldo Austral, El Mercurio e Valparaíso, El Pingüino, Diario Austral de Valdivia.

Ing. Luis Carrasco Garrido Académico Dpto. de Prevención de Riesgo y Medio Ambiente UTEM

Experto en Gestión del Riesgo y Educaciónluis.carrasco@utem.cl @carrascoluis

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Autor: Iván Urbina

Conozca qué son los Elementos de Protección Personal y por qué son obligatorios en las obras y en trabajos de construcción independientes. Además, sepa cuáles son los planes de escape en faenas.

Según cifras de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), desde el año 2009 hasta la fecha ha disminuido la tasa de accidentes laborales en Chile dentro del mundo de la construcción en un 41%. Y cómo no, si cada vez se han ido perfeccionando las técnicas de seguridad dentro de las faenas y se ha ido masificando el uso de los Elementos de Protección Personal (EPP), los cuales son cada vez mejor fabricados para evitar accidentes.

“Los Elementos de Protección Personal (EPP) tienen como función principal proteger diferentes partes del cuerpo, para evitar que un trabajador tenga contacto directo con factores de riesgo que le pueden ocasionar una lesión o enfermedad. Los EPP corresponden a cualquier equipo, aparato o dispositivo especialmente diseñado y fabricado para resguardar el cuerpo de cualquier daño provocado por accidentes del trabajo o enfermedades profesionales”, explica el ingeniero Luis Carrasco, académico de Prevención de Riesgos y Medioambiente de UTEM.

A pesar de que los EPP no reducen como tal el riesgo dentro de las obras, sí pueden aminorar accidentes y hasta salvar vidas gracias a ello. “Lo que hace el EPP es evitar o aminorar el impacto de un hecho no deseado, de un accidente. Su importancia está dada en la protección que este elemento da, una vez desembocado el accidente, lo que obviamente indica que el EPP siempre debe ser certificado, de óptima confección y mejor mantención”, complementa el experto. Por eso, es obligatorio su uso dentro de las obras.

Entre los elementos que sí o sí deben ocuparse están el zapato de seguridad de caña alta, resistente y antideslizante; casco de protección, anti impactos y con amortiguación; lentes de protección visual; protectores auditivos; mascarilla de protección respiratoria, y arnés de seguridad anclado a una cuerda de vida si es que las labores se realizan a una altura de 1,8 metros como mínimo.

Escape en obras

Vivimos en un país sísmico, y en promedio, cada 10 años hay un terremoto de grandes magnitudes. Por ello es que la ley exige un protocolo exclusivo de evacuación que asegure al trabajador un desplazamiento a una zona de seguridad libre de riesgos ante movimientos telúricos, incendios u otra emergencia. Este plan debe estar informado a todos los trabajadores en un documento de fácil acceso y entendimiento.

“Uno de los principales temas es tener una alarma adecuada. Cuando la emergencia es del tipo parcial, es decir, no todos saben de la emergencia, lo mejor es tener una alarma auditiva y visual (para aquellos que usan protección auditiva). La idea de esto es avisar a todo el personal de la construcción sobre la emergencia”, asegura Carrasco.

El experto en gestión del riesgo y educación agrega que “se deben tener siempre líderes de evacuación, brigadas de emergencia y un procedimiento que indique el control, el rescate y la evacuación que involucra necesariamente a todos los trabajadores de la construcción”.

“No debemos olvidar que toda emergencia natural o antrópica, como terremotos, tsunamis, aluviones, caídas de muros, incendios, caídas de un andamio, entre otras, requieren ayuda del ABC: Ambulancias, Bomberos y Carabineros”, finaliza el ingeniero.

Publicado en: lacuarta.com https://www.lacuarta.com/l4-constructor/noticia/uso-implementos-seguridad-puede-salvar-vidas/584807/ y La Cuarta https://noticias.utem.cl/wp-content/uploads/2021/01/Luis_Carrasco-LUN-04-12-scaled.jpg

 

 

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